El Volcán Tungurahua 2ª parte


Viaje a Sudamerica - El Volcán Tungurahua

Al día siguiente después de dormir de puta pena en el colchón plastificado, recojo mis cosas y busco otro hotelito. Encuentro el hostal Montoya en la calle Oriente por 5 dólares la noche y TV con cable y baño.
Preparo un poco de comida y me voy a hacer una ruta caminando. La ruta es de un par de horas, pero estoy tan a gusto que sigo caminando por los varios miradores del Tungurahua, hay muchas nubes pero durante un instante desaparecen del Volcán Tungurahua y puedo observar el Volcán Tungurahua con su chimenea de humo.
Veo por el camino muchas mariposas, muchísimas, sobre todo de color negro, también veo una variedad de la mariposa monarca, que también vi en Venezuela.
Voy caminado hacia el mirador de Runtun, uno de los más altos. Allí parare a comer. Una vez llego me tumbo en una sombrita a descansar y mientras miro a mi alrededor soy consciente de que el viaje ya se acabo, pero no las ganas de seguir viajando, me he acostumbrado a viajar y conocer todos los días, gentes, sitios y situaciones diferentes. Como buen viajero ya estoy pensando en el próximo viaje.
Cuando voy caminando es cuando mejor pienso las cosas, y decido comprar artesanía y venderla cuando regrese a casa.
Según bajo del mirador de Runtun, me encuentro a un lugareño, se llama Roberto y me invita a su casita a tomar una infusión de una planta que tiene en sus terrenos.

Sabe muy bien y me sirve 4 vasos. Mientras comemos unas naranjas y unas galletas que tiene.
Hablamos durante un par de horas ya se me hace tarde. Me despido y le deseo suerte, cuando me pide una propinilla. Le doy 2 dólares en monedas, también me pide la fosforera – el mechero - . Ya no estoy tan encantado con la amabilidad de Roberto.


Ahora bajo por la carretera pues en el plano dice que se ven 3 cascadas, pero no veo nada. Lo que veo es multitud de flores, de todos los colores y formas. Y aprovecho para tomarlas unas fotos.
Otra vez en Baños me veo con Jose Luís, y decido comprarle unas pulseras y unos pendientes de artesanía. Quedamos en que me lo entrega al día siguiente.
A la mañana siguiente me voy a Puyo, puerta de la amazonía de ecuadory a 1.30 horas de baños en bus. Por el camino se ven multitud de cascadas, cada una mas guapa. En puyo conozco a un tipo que me convence para por 2 dólares conocer la ciudad en bicicleta. Voy a un museo pero esta cerrado. Y paso todo la mañana en el mercado, viendo los trabajos de artesanía. 
Regreso y a la noche voy con unos viajeros que conocí en el bus a una pequeña reunión en uno de los miradores, música reagge, malabares y cerveza fría. Es mi última noche en Baños. Y el Volcán Tungurahua no se despide de mí como me hubiera gustado. El Volcán Tungurahua estaba bien dormidito esa noche.Continuar relato Quito

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